sábado, 29 de febrero de 2020

Irán… parlamentarias sin sorpresas.






La baja participación en las parlamentarias del pasado 21 de febrero fue la esperada y los conservadores vuelven a controlar el parlamento. Entre el desencanto por los frágiles resultados del gobierno de Rouhaní en materia económica y la reticencia al ascenso de los más radicales, los iraníes se acercaron a las urnas; sin embargo, la abstención llegó al 42,5% (cifras oficiales)  —la más baja desde 1979— lo que dificulta la gobernabilidad en el ya precario contexto social del país persa.

"Un punto sobre el reciente galimatías de los Estados Unidos. Estos tontos se han alineado para comentar sobre la nación iraní, su sistema y las elecciones. Algo de esto tiene como objetivo influir en los resultados electorales y decepcionar al público, y parte se debe a su pasividad después del asesinato de #HajQasem."
https://www.aljazeera.com/indepth/interactive/2020/02/iran-elections-work-200220164235824.html

Luego del veto por parte del Consejo de Guardianes a 90 candidatos moderados al Majlis (Asamblea Consultiva Islámica), incluso de algunos en funciones, los resultados eran casi que esperables. Además, el retiro de Estados Unidos del pacto nuclear (G5+1), las posteriores sanciones impuestas, la incapacidad de la Unión Europea para el acuerdo vivo, la presión interna de los más conservadores y los recientes errores militares, han significado una dura prueba para el gobierno en Teherán.



El escepticismo reina en la ciudadanía; las actuales condiciones de los iraníes no son las esperadas: una tasa de desempleo de dos dígitos (12%) y una inflación del 26% han afectado principalmente a los jóvenes. Situación que, si bien no se compara a la de años anteriores, claramente ha repercutido en la toma de las calles y el señalamiento al sistema por derrochar los recursos en “guerras externas” y corrupción.

https://www.aljazeera.com/indepth/interactive/2020/02/iran-elections-work-200220164235824.html
En conclusión, el tablero político cambió radicalmente: solo 19 reformistas ganaron escaños de 290 posibles. En 2016, estos obtuvieron 121, seis veces más que en 2020; los independientes obtuvieron 38 escaños, el doble que los reformistas, y los conservadores conquistaron 221, más del doble de su presencia en el parlamento hoy. Así entonces, el reto para los iraníes es formidable; debatiéndose entre una actitud confrontacional en lo internacional, más el endurecimiento de las normas al interior y la actual diplomacia que en algún momento alivianó la carga, forjando un diálogo más fluido, al menos en materia económica, con las potencias de Occidente, pero que con Donald Trump ya no vio más sus frutos.